El terrorifico sistema de salud de Corea del Norte
Sin caer en pensamientos discriminatorios, debido a la situación socioeconómica por la que el ciudadano norcoreano debe pasar, podemos suponer sin temor a equivocarnos que en el sistema de salud de Corea del Norte también hay fallas y fisuras, que no es de los mejores y, para colmo, no llega a toda los habitantes, a pesar de las negaciones del mismo gobierno.
Ya algunas ONGs han venido denunciando que este sistema de salud es extremadamente precario, que no satisface la demanda de toda la población y que por otro lado es totalmente carente de la seguridad sanitaria y de aquellos pequeños avances tecnológicos para poder realizar intervenciones quirúrgicas y demás operaciones de relevancia. Si: hablamos de curar enfermedades a los ciudadanos.
Después de una serie de entrevistas que se les pudo realizar a algunos norcoreanos desertores, el sistema de salud del país es tan precario que no hay luz eléctrica en las operaciones y que muchas, sobre todo las nocturnas, se realizan a la luz de las velas. No se puede entender todavía como en ciertos países aún se destine toneladas de dinero a la lucha armamentista, a activar el sistema nuclear pero no se deriven fondos para que al menos las personas más pobres y carentes de recursos puedan satisfacer su necesidad de salud con un soporte adecuado por parte del gobierno. Pero esto, lo de operar a la luz de una vela, parece no ser lo peor.
Han comentado los desertores norcoreanos, ante la mirada y los oídos perplejos de los occidentales que las amputaciones que se realizan a los enfermos de bajos recursos en ciertos casos se producen sin anestesia acción que desde luego provoca muchísimas muertes por no poder soportar el terrible dolor.
Así parece ser el cruel destino del pueblo de Corea del Norte: su líder gobernante, enfermo (con las mejores atenciones, claro), su hijo heredero a punto de tomar el poder y continuar con este triste ritual a su propio pueblo que siempre suele mostrar su mejor sonrisa.
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